El 16 de diciembre de 2009, con alevosía cerraron el ingenio Mochis. Miles de obreros, empleados, transportistas y cañeros perdieron su fuente de vida.
Millares de familias quedaron al garete, sin ingresos.
Los Mochis sepultó un capítulo en su historia, la principal fuente de trabajo que por muchos años dio vida a la ciudad, el ingenio azucarero, definitivamente cerró sus puertas.
El inminente cierre del Ingenio Los Mochis dejó a todos
sorprendidos, tanto obreros, como empresarios y a la población en general.El cierre del Ingenio Los Mochis sucedió porque los propietarios ya no contaban con dinero para pagarle los más de 20 millones de pesos que debían a los ejidatarios por la renta de las tierras, ni los salarios a los empleados, mucho menos para cubrir los compromisos que tiene innumerables acreedores, por lo que en breve cerro y se declaro en quiebra.
Del año 2013 a la
fecha muchos acontecimientos han pasado en el lugar emblemático de nuestra
ciudad, empleados sin trabajo y algunos miles afectados.
Pasa el tiempo y cada día va desapareciendo mas esa gran
fábrica que dio trabajo y estilo de vida a más de mil Ahomenses, hoy en día
solo queda el armazón y la estructura que conformaban al ingenio azucarero de
Los Mochis.
Son ya ocho años los que tiene ésta fábrica sin
producir este producto indispensable para las familias.
Los Mochis floreció en el desierto, la azucarera fue la semilla y el sembrador fue Johnston: fructificó en la ciudad misma de los Mochis.
Para la población fue injusto que los propietarios ordenaran desde el interior de la República poner una manta a la entrada del ingenio, avisando el cierre de la azucarera, sin siquiera presentarse a dar la cara, pues SE CERRO LA FUENTE DE TRABAJO DE MÁS DE 4800 OBREROS, LOS CUALES NI SIQUIERA FUERON LIQUIDADOS.
Los empleados igualmente quedaron fuera. Miles de agricultores de la caña se quedaron con su siembra, ya no habrá zafra.
El historiador Alfredo Salazar Hermosillo expreso lo siguiente:
“El ingenio no volverá a funcionar, el pito del ingenio no lo volveremos a escuchar, ya los vientos con olor a caña no los vamos a tener, y la empresa que dio vida por más de 100 años a esta ciudad, pese al fantasma de Johnston que tiene marcada Los Mochis con su obra, hasta aquí llegó”,
“La última zafra fue en mayo del año pasado, lo sabíamos quienes estábamos cerca, pero los motivos fueron esos: las adversidades que enfrentaron el grupo de jóvenes empresarios y que vieron poco a poco el negocio deshacerse en sus manos”, agregó.
Los problemas que enfrenta la factoría no iniciaron con los nuevos empresarios, las dificultades de la empresa quedaron al descubierto cuando los García Aspe, propietarios de la misma en 2001 comenzaron a trabajar para celebrar el primer centenario del Ingenio Mochis, un año antes de los 100 años de fundación de la ciudad.
Salazar Hermosillo destacó el trabajo que realizan los actuales propietarios de la compañía, quienes, con apoyo de algunos países como Inglaterra y financieras internacionales emprendieron el rescate de una fábrica que representa la historia de su ciudad, pero nunca tuvieron un año bueno, todo para ellos fueron dificultades.
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